El mundo a nuestros pies, para bebernos su esencia poco a poco. Nos aunamos en el vaivén de las circunstancias y nos emocionamos porque somos capaces de pensar, de sentir. He descubierto que a veces, el punto medio de la flexibilidad racional no es tan malo y tal vez te permite saborear el amor lejos de pasiones tormentosas y cerca de explosiones silenciadas de calidad infinita.
Pero el miedo, nos hace cobardes y ridículos. Hay tantos hilos que tiran de tus manos, de tus pies, hacia delante, hacia atrás y piensas en la marioneta de la que jamás te has librado. El camino nos lleva a recordar los caminos que no cogimos por miedo ó vaya usted a saber. Tal vez no quisimos apartar la mirada del compromiso de vivir una especie de línea marcada, por un cromosoma enraizado que nos hace perdernos en lo que tenemos, en lo mínimo que conocemos, en lo mísero que nos dió la vida hasta la fecha..... Nos da miedo perder aún más. Y lo perdemos todo. Porque realmente no tenemos nada. Pon rumbo a lo desconocido..anda. Total, que vas a perder..... Dale al acelerador y pon rumbo a Holanda? por ejemplo. Esta vez el acelerador irá solo, sin que nadie me lo pida. Y me iré al concierto de AC/DC, solo. Para seguir descubriendo el verdadero sentido de tenerse. Frente a la estupidez de rellenar tu vida de compañías que nada te aportan excepto mas ganas de estar solo. ......
Una exposición muy coherente y sabia. Hemos aprendido a vivir con el miedo y los temores.Nos lo transmiten, pero no nos enseñan a superarlos. Si te vences, estás perdido. Si te alias y dialogas con ellos, entonces podrás saborear la vida en su esencia. Conoce a tu enemigo, como decían Rage against the machine.
ResponderEliminarUn placer leerte, amigo.