martes, 27 de noviembre de 2012


Un país que no habla inglés

Esas trampas, esas argucias, empezaron a utilizarse de manera odiosa hace unos años y les costó, a estos últimos, unas elecciones. Es más fácil coger a un mentiroso que a un cojo. Vincular a una determinada organización los atentados del 11 M, mientras la CNN, daba otra versión muy distinta, me dio que pensar. Alguien se emborrachó de poder y cuando eso ocurre, comienza la cuenta atrás. La hipocresía, manipular, son cosas que ocurren a diario en cualquier lugar de la sociedad. Y por eso, estamos saturados y sientes que es hora de encontrar, verdades. Y vuelvo a poner la tele, y me conecto a internet y vuelvo a ver policías pegando a la gente en una manifestación, ensañándose, y agentes infiltrados para producir la revuelta, y me vuela la cabeza a la desfachatez franquista de los 60-70. Y voy al quiosco en 2012, y veo periódicos españoles, que ignoran todo lo que ha pasado, afines al gobierno del PP. Imagino que para que se hable de ellos. La malicia de dar la vuelta a la tortilla. Resulta cómico, porque en el New York Times, en la BBC News, y en la CNN, Corriere de la Sera, sale otra cosa. Y en facebook, estamos en línea miles de personas, en un mosaico multicultural. La policía con su presencia, impone. No hace falta que además maltrate. Y los culpables, de un país en llamas, se van de la reunión sin acuerdo, con parches mediáticos, de rositas, con las espaldas cubiertas, y sus cuentas saneadas tal vez en Suiza. El policía maltratador golpea a una chica, después de empujarla. Abre la cabeza a otro de refilón, menos mal, que si no, se la revienta. Es de cobardes pegar a las mujeres, y a los hombres. Y no le pagan por pegar. Porque además, pegar genera violencia, odio, venganza. Y porque maltratar está penado en democracia. Entonces ¿qué hace un policía pegando a una persona, que contribuye para que le paguen el sueldo?
El especulador, se busca el favor del político para seguirle pagando la financiación de su partido. Hablamos idiomas muy distintos. Unos en el fascismo nostálgico. Nosotros en un país europeo cuyos jóvenes tienen que irse por falta de oportunidades. Por falta de confianza. Claro que Merkel no tiene la culpa. La culpa es de los favores. De los directivos a dedo. De los contratos blindados. Del que hizo la ley, e hizo la trampa. ¿No querrán que enumere las empresas en las que colocan ustedes a sus políticos para que sigan formando parte de esa especie de cuento de nunca acabar? ¿Telefónica? ¿cual era el déficit de RTVE? ¿Sabe de lo que hablo, verdad? Las instituciones están en el ojo del huracán por la corrupción que desde hace años llevan sufriendo. Algún periodista argumenta que el valor de los políticos está suspendido en el muy deficiente. Pero que no hay otra alternativa, en democracia, excepto la militar y ya sería dictadura. No estoy de acuerdo. Nuestra democracia es joven. Y en España hay muchas personas que saben lo que se juegan y son demócratas, tan convencidos como en cualquier otro país del mundo, incluso más. Porque aquí ha costado más trabajo llegar a poder expresar. Cuarenta años de dictadura y otros tantos de manipulación posterior. Con el beneplácito de los curas, una lacra enquistada, haciendo piña con los de siempre.
PARA LA REVISTA ROCKCRUDE  2012